Epílogo
El lugar al que habíamos sido convocados era uno de los recintos dentro del Castillo Real.
Junto con Lady Sophia, caminé por la alfombra roja dentro del deslumbrante lugar. Llevaba un vestido rojo intenso y el pelo platino recogido. Esto parecía realzar aún más su belleza como rosa de la casa de los marqueses Rosenberg.
Mi Señora se volvía más bella cada día que pasaba. Asistí como su acompañante, y avanzamos hacia el interior del recinto. Era una fiesta tipo buffet, y un grupo de personas que parecían ser miembros de la familia real conversaban en una de las mesas del fondo de buen humor.
Todavía quedaba algo de tiempo antes de que empezara la fiesta, pero, una vez que ésta comenzara, los anfitriones estarían ocupados de inmediato. Por lo tanto, Lady Sophia tenía que saludarles antes. Junto con mi Señora, me dirigí a la mesa donde estaba la familia real.
La familia real parecía estar hablando con otros invitados que habían llegado antes que nosotros, pero, cuando esos invitados se fijaron en Lady Sophia, dijeron: "Sigamos hablando más tarde" y se despidieron. Les hicimos una ligera reverencia y luego dirigimos nuestras miradas hacia la familia real.
En este mundo no existían las fotografías ni nada por el estilo. Por lo tanto, era la primera vez que veía a la familia real. Sin embargo, por su atuendo, concluí que la pareja que teníamos delante era el rey Theodore y la reina Adele.
"Es un placer conocerlos, Sus Majestades, el Rey Theodore, la Reina Adele. Muchas gracias por invitarme aquí hoy."
"Ah, ha pasado mucho tiempo, Sophia. He oído hablar de tus continuos logros."
Al escuchar este intercambio, aunque no lo dejé traslucir en mi rostro en lo más mínimo, me sentí aliviado. Era la segunda vez que Lady Sophia se reunía con el rey Theodore y la reina Adele. Sin embargo, su anterior encuentro había tenido lugar a puerta cerrada. Teniendo en cuenta de qué se había tratado, no me habría parecido extraño que fingieran que nunca había ocurrido.
Lady Sophia también se lo esperaba, así que no utilizó la frase: "Es un placer volver a veros". Sin embargo, el Rey respondió con "Hace tiempo". En otras palabras, no tenía intención de mantener en secreto el encuentro anterior en sí.
Anteriormente, Lady Sophia había dicho cosas como: 'Incluso si convirtiera a los dioses en mis enemigos...', así que me preocupaba que tal vez hubiera iniciado en secreto una pelea con la familia real, pero... eso parecía haber sido una preocupación innecesaria.
Mientras analizaba así su intercambio, mi Señora había terminado sus saludos. Sentí que las miradas del Rey y de la Reina se dirigían hacia mí e inmediatamente me incliné respetuosamente.
"Es un gran placer conocerlos. Mi nombre es Cyril, soy miembro del Consejo de Estudiantes de la academia. Me siento más que honrado de haber sido invitado aquí hoy."
"Oh, ¿así que usted es el Señor Mayordomo (Sir Butler)?"
"… ¿Perdón?"
¿Qué acaba de decir? ¿Señor Mayordomo? ¿He oído mal?
"… Ah, no te preocupes por eso."
Aunque tenía una terrible curiosidad al respecto, ya que Su Majestad había dicho que me olvidara de ello, no había manera de que le preguntara de nuevo. Agrupé toda mi curiosidad y la ahuyenté en un rincón de mi mente, y luego terminé mis cumplidos.
La Reina se dirigió a mí justo después.
"Has sido de gran ayuda para Alforth."
"Me disculpo. Me dijeron que Su Alteza la Reina había dado su permiso, sin embargo..."
"Sí, ciertamente he dado ese permiso. Por lo tanto, por favor trate a Alforth como a un hermano menor, y continúe guiándolo de ahora en adelante."
No podía rechazar la petición de la Reina, pero tampoco podía tratar a Su Alteza como un hermano menor. Sin saber qué contestar, respondí con un "… ¿Si...?"
Esta era una respuesta ambigua que podía entenderse tanto como "Sí" o "¿Qué?" y era mi respuesta estándar cuando no sabía qué responder.
Utilizarla de forma incorrecta podía ser desastroso. Sin embargo, como permitía a la otra persona interpretar libremente la respuesta, era eficaz cuando se utilizaba en este tipo de situaciones.
"También he oído que usted ha sido de gran ayuda para mi sobrina. No haremos una declaración pública, pero tienes nuestra gratitud."
"Esa gratitud no es necesaria, simplemente he ayudado."
Insistí implícitamente en que este logro pertenecía a Lady Sophia.
"Ciertamente tienes razón. Si hubiera sido sólo tu logro, pensaba utilizarlo como excusa para apoyarte. Es una verdadera lástima."
"… ¿Perdón?"
¿Qué es lo que acaba de decir? Me pareció escuchar a la Reina decir que me apoyaría... ¿me estaba imaginando cosas? Los plebeyos podían ser respaldados por los nobles. Sin embargo, nunca había oído que la familia real apoyara a un plebeyo. Puede que la haya escuchado mal, o que haya sido un lapsus, o algo así.
"Ejem, Adele. Hay otros invitados que hemos hecho esperar, dejemos esto por ahora."
"¡Oh, qué descuido el mío! Parece que me he adelantado un poco."
Tras ser amonestada por el Rey, la Reina dio un paso atrás. Por el momento, mi encuentro casual con la familia real terminó así.
Una vez iniciada la fiesta, deambulé de mesa en mesa con Lady Sophia, intercambiando saludos y caminando sin rumbo. Los invitados eran principalmente personas relacionadas con la familia real. Como la mayoría de los invitados eran partidarios del rey Theodore, los miembros de la facción del Primer Príncipe y los de la facción del Segundo Príncipe estaban mezclados. Era un espectáculo bastante magnífico.
Como hija de un marqués, Lady Sophia encajaba perfectamente, sin embargo, mi existencia era demasiado disímil. Antes de cada saludo, me preocupaba que, en cuanto me presentara como mayordomo, pudiera haber problemas... pero, afortunadamente, no ocurrió nada de eso ni una sola vez. Supongo que era de esperar de los invitados por Su Majestad.
Después de saludar a los demás durante un rato, Fol se acercó a nosotros, sonriente y con un vestido. Lady Sophia le respondió con una sonrisa, y yo di un paso atrás y me incliné profundamente.
"Hija mayor Fol, ¿cómo está usted?"
"Ah, no es necesario que te dirijas a mí tan formalmente, Sophia. Lo mismo ocurre contigo, Cyril. No me importa que me llames Fol, estemos donde estemos, si lo hacéis vosotros dos."
Habíamos sido proclamados oficialmente como "amigos de la familia real". Se armó un pequeño revuelo entre la gente que estaba cerca, que aguzaba el oído para escuchar. Era raro que Fol acudiera a actos oficiales como éstos, pero, a pesar de ello, asistió de repente a una fiesta. Además, declaró que Lady Sophia, invitada al evento, era su amiga. Incluso sin saber de su enfermedad, esto era más que suficiente para que la gente sospechara que algo había pasado.
Suponía que, si bien no podían anunciar públicamente el logro de Lady Sophia, podían insinuarlo extraoficialmente, enfatizando su conexión con la casa del marqués de Rosenberg.
Fol no tenía ninguno de esos motivos ocultos. Lo más probable es que simplemente le gustara Lady Sophia. Sin embargo, en cualquier caso, estar en buenos términos con la familia real era un mejor plan, ya que era más seguro para ella tener una buena relación con ellos : ya sea simplemente como la hija de un marqués o como una hija villana.
"Estoy verdaderamente agradecida a ambos. Gracias a vosotros, puedo volver a perseguir muchas de las cosas a las que había renunciado. Como yo también lo conseguiré... al igual que vosotros."
Parecía una joven doncella tímida. La parte clave de su declaración era ambigua, pero, como sabía leer los labios, pude saber que lo que dijo fue: "lograr mis deseos".
Probablemente se refería al maestro Tristán.
Originalmente, había estado destinada a morir pronto. Mi hermana mayor podría haber sido la que se diera cuenta de ello, pero, en el exterior, la persona que lo sabía y actuó para salvarla había sido el maestro Tristán. No sería nada extraño que Fol se enamorara de él.
Por esta razón, Fol llamaba a mi hermana mayor "ella", y la diferenciaba del profesor Tristán. A decir verdad, se sincronizaban tanto que el comportamiento del profesor Tristán me recordaba a mi hermana mayor, pero...
Bueno, sería bastante grosero por mi parte si lo dijera en voz alta.
"Oh, es cierto. Me disculpo por el cambio de tema, pero mi padre y mi madre también están agradecidos con usted. Como no han podido aparecer hoy, les gustaría expresarle su agradecimiento más adelante."
"Apreciamos estas palabras de gratitud."
Lady Sophia contestó de forma impecable. Hacer cosas como permitir que el Príncipe Real ofrezca una recompensa podría convertirse en un asunto bastante severo. Sin embargo, también sería descortés por su parte negarse. La decisión de Mi Señora de aceptar simplemente las palabras de gratitud, sin mencionar el asunto de la recompensa, fue la correcta.
"Además, tengo un mensaje para Cyril de parte de Tristán: "La víspera de la Fiesta ya ha comenzado". ¿Sabes a qué se refiere?"
"… Sí, lo sé."
Aunque entendía el significado de este mensaje, no sabía otra información importante y vital, como lo que debía hacer, y qué personajes aparecían en la Víspera del Festival. En otras palabras, era una forma indirecta de decirme: "Ven a hablar conmigo más tarde".
"¿Y qué era lo otro que quería...? Ah, ¡eso es! He oído que hay un alumno llamado Raymond en tu clase, pensé que naturalmente lo conocerías, ¿no?" preguntó Fol de repente.
"Sí, seguro que lo hay. ¿Qué pasa con él?"
"Me pasé por la cafetería de tu clase, y como me gustó el montaje, pregunté por él. Me sorprendió cuando me enteré de que Luke era el representante de la clase."
"Ah, claro, ahora que lo pienso, Luke trabaja para ti."
Cuando los dos se enteraron de que la enfermedad de Fol se había curado, me dieron las gracias entre lágrimas. Sin embargo, no hubo ninguna conexión que llevara de eso al tema de Raymond. "¿Tal vez escucharon algo de Luke?" Hablé en voz alta.
"Sí. Dijo que como su asistente, Raymond le ayudó perfectamente. También dijo que a usted también le preocupaba. Por lo tanto, pensé en preguntarle qué piensa de él."
" Ya veo. Todavía es joven e inexperto en algunos aspectos, pero es un prospecto bastante destacado para el puesto de mayordomo. Por encima de todo, creo que servirá a su futuro amo al máximo de sus capacidades."
Su objetivo era proteger a su familia. Sin embargo, no importaba cuál fuera su razón. Para proteger a su familia, Raymond serviría a su futuro maestro con todas sus fuerzas. Además, no era el tipo de persona que olvidaba la amabilidad de los demás. Seguramente se convertiría en un mayordomo leal, por las mismas razones que Roy y Emma.
En el proceso de responderle, le insinué que no tenía un amo por el momento al decir "futuro amo".
"Entonces parece que mi decisión no fue incorrecta."
Fol sonrió significativamente. Por su expresión, pude leer entre líneas sus palabras. Había planeado intentar recomendar a Raymond a Lady Sophia en un momento adecuado, pero... parecía que había perdido la oportunidad de contratar a un empleado excepcional.
Mientras pensaba que era un poco desafortunado, respondí a la pregunta de Fol.
Después, nos separamos de Fol y nos dirigimos a la terraza para tomar un poco de aire fresco. Me puse al lado de Lady Sophia y me apoyé en la barandilla, admirando los terrenos del castillo iluminados por el sol poniente.
De repente, Lady Sophia murmuró: "Gracias". Cuando me giré para mirarla, el pelo rubio platino de mi Lady se mecía con el viento y parecía tranquila y tímida.
"Me he dado cuenta de que aún no te he dado las gracias como es debido. Gracias por salvar a Fol para mí."
"Simplemente estaba cumpliendo el deseo de mi Señora."
"No importa el deseo que sea, te lo concederé, sólo una vez". ¿Era? ¿Y si... y si te pidiera que me concedieras tu amor...? ¿Me lo habrías concedido?"
Por un instante, sentí como si el tiempo se hubiera detenido. El ruido a nuestro alrededor desapareció, y fue como si los únicos que quedáramos en este mundo fuéramos Lady Sophia y yo.
En ese momento, el sol poniente se hundió en el horizonte y la noche comenzó a extenderse por el cielo. La línea divisoria entre ambas se tiñó de púrpura. Era la hora mágica, el momento que se decía que era el más hermoso del día.
Sólo esta maravillosa visión me había enseñado el paso del tiempo.
"...¿Queréis saber la respuesta a esa pregunta, mi Señora?" le pregunté, justo antes de que el sol poniente comenzara a hundirse en el horizonte. Una vez más, el silencio se hizo entre nosotros. Justo cuando el sol estaba a punto de desaparecer, Lady Sophia negó tranquilamente con la cabeza.
"No. Un día, yo misma confirmaré esa respuesta. Por lo tanto... por favor, prepárate, ¿quieres?". Sonrió, bañada por los rayos del sol poniente.
Sus ojos, que escondían su fuerte voluntad, eran más hermosos que el mágico cielo.
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