Regreso a casa
El oso siguió
acercándose hacia Liu Jichuan a toda velocidad. Pero, en ese
momento, como si fuese una obra del destino, el oso cayó en una de
las trampas destinadas para este tipo de presas. El oso cayó al
suelo, deteniendo su carrera en seco mientras gruñía de dolor.
Instantes después
Liu Jichuan consiguió liberarse finalmente de la trampa que se
envolvía en su pierna y rápidamente recogió el arma a su lado y la
recargó, mientras retrocedía algunos pasos.
… Pero el oso aún
no se iba a rendir.
¡Clank! - Sonó
metálicamente.
Incluso forcejeando
con la gran trampa, el oso aún trataba de alcanzar a Liu Jichuan.
Por suerte la trampa estaba bien sujeta a una gruesa cadena de metal,
con el otro extremo bien atado a un árbol. La longitud de la cadena
no permitió que el oso alcanzase a Liu Jichuan.
Ahora que el oso
estaba atrapado, no íbamos a desperdiciar el momento.
¡¡Bang!!¡¡Bang!!¡¡Bang!!
Se escucharon tres
disparos consecutivos. Feng Yu, Dongjun y Liu Jichuan dispararon cada
uno. El oso, debido a la corta distancia, no pudo esquivarlo. Los
tres disparos golpearon al oso justo en la cabeza.
¡Plaf!
El oso cayó al
suelo. En el suelo, trató de moverse unas cuantas veces. La sangre
fluía lentamente por la nieve, manchando el impoluto blanco de un
carmesí oscuro.
Liu Jichuan recargó
su escopeta y se acercó lentamente al oso.
¡¡Bang!!
Disparó justo en su
cabeza. El oso se retorció dos veces más, pero, unos instantes
después, dejó de moverse.
Liu Jichuan
lentamente se apoyó en el árbol más cercano mientras recargaba el
rifle. Con las manos temblorosas, colocó su rifle a un lado,
mientras sacaba su paquete de cigarrillos “Black Antilope” y
encendía uno.
Feng Yu y Dongjun se
acercaron también. Ésta vez, ambos agarraron uno.
…
Liu Jichuan:
“Gracias.” - Dijo después de calmarse un poco, mientras se
acababa el cigarrillo.
Dongjun: “Ja ja
ja, deja de agradecernos. Hermano Chuan, ¡hemos cazado un oso!
¡Definitivamente podremos venderlo por mucho dinero!” Los ojos de
Dongjun brillaron mientras pensaba en las miradas envidiosas que
tendrán los demás aldeanos cuando les vean regresar al pueblo.
Feng Yu estaba sin
palabras ante la actitud de Dongjun. Feng Yu vigilaba a Liu Jichuan.
Él todavía mantenía cerca su arma de fuego, cargada. Feng Yu se
apresuró a pensar en algo.
Feng Yu: “Hermano
Chuan, Dongjun, hagamos un trato. Os compraré el oso a los dos. A
cambio, os prestaré el tractor de cincuenta y cinco caballos de
fuerza de mi familia para arar y sembrar.” De esta manera, podría
borrar el resentimiento de Liu Jichuan hacia Dongjun, a la vez que
obtenía algunas ganancias extra para futuras inversiones. Feng Yu ya
estaba pensando a futuro.
No podía ganar
mucho dinero con el tractor, pero habría muchos compradores
interesados por éste oso en la ciudad.
Aunque ahora no era
un buen momento para invertir, había una oportunidad fantástica por
venir. Inicialmente, pensaba que habría tenido que perdérsela, pero
ahora, no solo podía aprovechar la oportunidad, sino que su plan de
inversión podía haberse adelantado varios años antes de su
calendario inicial.
Al oír ésto, Liu
Jichuan tomó la
mano de Feng Yu con entusiasmo: “¿De verdad? ¿Estará de acuerdo
tu padre con eso?"
Feng Yu: “Si le
prometo a mi padre que definitivamente seré admitido en una escuela
prestigiosa de la ciudad, él sin lugar a dudas estará de acuerdo.
Dongjun, ¿y tú? ¿Aceptas?”
Dongjun, después de
pensar por un rato dijo: “Está bien. A cambio tomaré aquel lince
de antes y le diréis a todo el mundo que fui yo quien lo cazó.
Además que fui yo quien golpeó primero al oso.” - Dijo
orgullosamente.
Feng Yu: “Buena
oferta. Rápido, hagamos un trineo y volvamos al pueblo. Este oso
debe pesar entre 100 y 150kg; no será fácil traerlo de vuelta al
pueblo. - Accedió rápidamente Feng Yu. No le interesaba jactarse
demasiado.
Habiendo accedido
todos, Liu Jichuan, algo más animado, fue a comprobar al oso de
nuevo. El cuerpo del oso ya se había enfriado; estaba muerto con
total seguridad. Liu Jichuan volvió a recoger al lince. Mientras,
Feng Yu y Dongjun buscaron alrededor las ramas que parecían más
robustas y utilizaron los sacos de tela para hacer un trineo simple.
Definitivamente serían el centro de atención una vez regresaran al
pueblo.
…
Tang Jing (Madre de
Dongjun): “Viejo Wen, ¿por qué no ha vuelto Dongjun todavía? ¿Y
si le ha pasado algo malo? - Se preguntó con ansiedad.
Viejo Wen: “Qué
le va a pasar? Se ha llevado mi escopeta; debe estar cazando en el
Dique de patos. Debería de volver en una media hora.
Mientras los dos
hablaban, un vecino llegó corriendo a su casa: “¡Líder de la
aldea, tu héroe está de vuelta!"
Tang Jing: “¿Eh?
Viejo Zhao, ¿qué héroe?" - Preguntó, perdida.
Viejo Zhao: “El
gran héroe de tu casa. - Rió.- Cuñada, tu hijo cazó una gran
presa esta vez. ¿Sabes lo que ha atrapado? ¡Un oso! Un gran oso.
Usó un trineo para traerlo. ¡Todos están como locos por ver de
cerca al oso!" - Dijo el vecino con entusiasmo.
Wen Deguang y Tang
Jing se miraron entre ellos con rostros conmocionados. Al instante,
salieron de la casa a toda prisa sin siquiera cerrar la puerta.
…
Niño: “Hermano
Jun, ¿de verdad le disparaste al lince y a a este oso? - Preguntó
un niño de ocho años con curiosidad.
Dongjun: “Por
supuesto. Si no fuera por mí, estas dos bestias habrían acabado por
escaparse. Perseguí a este oso unos por unos cuantos kilómetros
hasta que finalmente lo maté de un tiro. Bueno, Jichuan y Feng Yu
también ayudaron un poco.
Dongjun se jactó
por sexta vez delante de los niños. La primera versión fue que los
tres lo habían cazado juntos, sin embargo su historia cambió poco a
poco a él mismo haber sido el descubridor del oso y haberlo matado
de unos pocos disparos. Cada vez que relataba la historia, su papel
en la caza se hacía más y más importante.
Efectivamente, el
niño lo miraba con estrellas en los ojos, totalmente impresionado.
Tanto Feng Yu como
Liu Jichuan no expusieron las mentiras de Dongjun. Él había sido
realmente valiente. Pero decir que persiguió al oso por unos cuantos
kilómetros… nadie se lo creerá. Cualquier persona que haya ido a
cazar sabrá que esa parte se la ha inventado.
Mientras Dongjun
seguía jactándose de sus valerosas hazañas por novena vez, alguien
repentinamente lo agarró por las orejas.
Dongjun: “Ouch,
ouch, ouch… ¿Quién diablos…?" - Un escalofrío recorrió la
espalda de Dongjun al ver las figuras. - ¿Mamá, papá? - Dijo
temblando. Le había robado la escopeta a su padre. Lo más probable
es que su padre lo golpee hasta la muerte más tarde cuando llegue a
casa.
Sin embargo, la
paliza valía la pena. ¿Quien más en este pueblo ha sido capaz de
cazar un gran oso? ¡Tan solo Wen Dongjun, el mejor cazador!
Viejo Wen: “¡Trae
tu trasero para aquí! El resto de vosotros, dejad de apilaros aquí;
ya está anocheciendo. Apuraos hacia casa.” Wen Deguang, como líder
del pueblo, tenía cierta autoridad y respeto. La multitud pronto se
dispersó, excepto por las familias de Feng Yu, Wen Dongjun y Liu
Jichuan.
Las tres familias
ayudaron a llevar el cadáver del oso a la casa de Feng Yu, pues era
la más cercana.
…
Liu Jichuan: “Tío
Feng, Feng Yu prometió que durante la primavera, después de que
hayas terminado de arar, podremos usar el tractor. A cambio, el oso
le pertenecería a él y el lince sería para Dongjun. El líder de
la aldea tiene menos tierras que arar, por lo que puede usar el
tractor antes que nosotros. Nosotros podemos arar los últimos, pero
necesitaremos el tractor por más tiempo.”
Todos los adultos
miraron a Feng Yu. Él, al ver a su padre a punto de enfadarse,
rápidamente se acercó a su oreja y le susurró algo.
Feng Xingtai miró a
Feng Yu por un momento. Entonces, asintió hacia el padre de Liu
Jichuan. “Hermano Liu, no hay problema. Líder, ¿qué te parece?”
Viejo Wen: “De
acuerdo. Está arreglado entonces. Traeré este lince de vuelta
primero. Ven a mi casa a tomar algo más tarde. Se está haciendo de
noche, regresaremos primero.” Wen Deguang llevó al lince y se fue
con su esposa y su hijo.
Liu Laosi y Feng
Xingtai continuaron discutiendo sobre el tractor por un tiempo.
Después de un rato, volvió satisfecho con su hijo. No esperaba que
su propio hijo resolviera la mayor preocupación de la familia con un
simple viaje de caza. El terreno baldío que la familia Liu quería
cultivar tenía más de cien acres. Éste año su familia saldrá de
la pobreza y el próximo año deberían de poder comprar un tractor
de unos pocos caballos.
…
Después de que
todos se fueran, Zhang Muhua comenzó a quejarse con Feng Xingtai.
“Por qué escuchaste las tonterías de tu hijo? Piensa en cuánto
podremos ganar con el tractor si aramos la tierra para los demás.
¿Qué haremos con este un oso ahora? ¿Comerlo?”
Feng Yu: “Mamá,
qué pasa si puedo vender este oso en Ciudad Bing por 10.000 yuanes.” - Reveló entonces, confiadamente.
Zhang Muhua: “¿Por
cuánto?” - Preguntó en una pérdida de palabras.
Feng Yu: “¡10.000!
¡El profesor Sun me lo dijo!” - Dijo con confianza.
Aunque no faltaba
mucho tiempo hasta la reforma y apertura de China, todavía no habían
muchos hogares que tuvieran 10.000 yuanes. Por ejemplo, la familia de
Feng Yu era una de las pocas famílias con 10.000 yuanes en el bolsillo.
En la ciudad sí que habían muchas más personas ricas, incluso
había personas extranjeras.
Feng Yu les había
dicho a sus padres que el oso valía 10.000 yuanes en efectivo. Aunque
arar para otros con el tractor también se acababa por ganar la misma
cantidad, era demasiado agotador. Además, solo se podía recolectar
el dinero en otoño después de que se vendían los cultivos. Esta
suma de dinero también podía generar intereses si se mantenía en
el banco.
Zhang Muhua: “Hijo,
eres tan inteligente. Deja que tu padre venda el oso en la ciudad
mañana. También podrás comprarte un conjunto nuevo de ropa para ti
y para tu hermana de camino.” Zhang Muhua sonrió alegremente
cuando escuchó que el oso valía 10.000 yuanes. En comparación con
prestar el tractor a otros, valía más la pena. Incluso si el oso
tan solo valía 5.000 yuanes.
Feng Xingtai miró a
su esposa. [ Mi hijo tiene todo el crédito mientras que yo solo tengo
la culpa. ¿Quien es el jefe de familia ahora? ] - Suspiró.
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