Capítulo 3: La caza
Una vez en casa,
Feng Yu cogió rápidamente la escopeta junto con algunas balas y se
volvió juntar con Dongjun. Juntos, fueron a encontrarse con Liu
Jichuan.
Liu Jichuan estaba
esperando fuera, y cuando vio a Feng Yu sosteniendo una escopeta, por
un segundo, se le congeló el rostro. Sin embargo no dijo nada.
Agarró su propio rifle de caza y caminó junto a nosotros hacia el
Dique de patos.
Liu Jichuan: “Feng
Yu, dijiste que no querías venir, pero ¿por qué cambiaste de
opinión?” - Preguntó de repente, mientras caminaban.
Feng Yu: “No tenía
nada que hacer en casa, de todos modos, así que decidí unirme.” -
Respondió, mirándolo con cuidado. Pero no notó ningún
cambio en la expresión de Liu Jichuan. ¿Podría estar entendiéndolo
todo mal?
Liu Jichuan: “Sabía
que querías ir. Sígueme y me aseguraré de que no te vayas a
casa hoy con las manos vacías.”
Caminaron durante
aproximadamente una hora antes de llegar al Dique de patos. La nieve
estaba bastante acumulada. Realmente hacía mucho frío. Liu Jichuan
se sacó un paquete de cigarros del bolsillo, marca 'Antílope
Negro'. Tomó un cigarrillo de la caja y le ofreció agarrar alguno
a Feng Yu y a Dongjun.
Feng Yu: “No fumo".
- Agitó su mano. Incluso si quisiera fumar, no fumaría ese tipo de
cigarrillos de tabaco seco sin filtro. Tan sólo los fumadores
empedernidos podían soportar este tipo de cigarros.
Wen Dongjun también
agitó su mano: “Hermano Chuan, yo tampoco fumo. Sin embargo,
cuando regresemos y esté ya cansado de caminar, te quitaré uno."
Liu Jichuan dejó el
tema rápidamente, sin importarle demasiado: “Está bien, dejaré
que ambos experimenten mis habilidades de tiro. Recordad, no corráis
despreocupadamente por la zona; hay muchas trampas de caza por los
alrededores. Es de suma importancia que cuando no estéis usando el
arma siempre tengáis el hocico del arma apuntando hacia abajo. Es
para prevenir cualquier accidente. Tampoco abráis fuego demasiado
deprisa: es mejor fallar que lastimar a alguien accidentalmente.” -
Informó expertamente Liu Jichuan.
Dongjun: “Lo sé.
¡Daos prisa, un faisán acaba de alzar el vuelo!” - Dijo ansioso
Dongjun, mirando ansiosamente al faisán volando. Se notaba que no
había hecho mucho caso a las palabras de Liu Jichuan.
Feng Yu miró a Liu
Jichuan con curiosidad. Por la forma en la que habla, parece no tener
intención de lastimar a Dongjun. ¿Es porque me he unido a ellos en
esta búsqueda o es que simplemente he estado pensando demasiado y si
que fue un accidente?
Con éstas dudas en
mente, continuamos con la caza.
Liu Jichuan:
“Sígueme y trata de caminar exactamente por donde yo voy. Está
bien, detente Feng Yu. Escóndete detrás de este árbol. Puedes
comenzar a cargar el arma, pero recuerda mantener el arma apuntando
hacia abajo.”
Feng Yu: “Hermano
Chuan, deja que Dongjun se quede en éste. Yo me esconderé en aquél
árbol de enfrente.” No estaba teniendo razones para sospechar, pero
todavía tenía miedo de dejar a Dongjun solo con Liu Jichuan.
Liu Jichuan accedió
sin muchas complicaciones: “Bueno, entonces, Dongjun, te quedarás
aquí. Nosotros estaremos a cerca de treinta metros de distancia.
Incluso si el arma falla, nadie saldrá herido. Recuerda permanecer
cerca de éste árbol. Hay trampas para presas grandes alrededor de
ésta zona; caer en una de esas grandes trampas puede ser muy
peligroso.” - Ordenó.
Dongjun, haciendo
caso omiso de la mayoría de lo que le avisaba, agitó su mano
indicando que nos fuésemos más rápido. Absorto con una sonrisa
ansiosa, se apoyó en el árbol y comenzó a cargar las balas en su
arma mientras miraba hacia adelante.
Liu Jichuan:
“Agáchate aquí. No grites a menos que veas una gran presa. Yo
estaré allí. Regresaremos dentro de una hora.” - Instruyó, antes
de caminar hacia en frente, a través de la profunda nieve.
Feng Yu: “Está
bién. - Contesté rápidamente, para después comenzar a
cargar la escopeta.
Realmente estaba
perdido. No importa cómo mirase a Liu Jichuan, no parecía que fuera
a hacerle daño a Dongjun. ¿Pero entonces cómo se explica aquél
rastro de resentimiento en sus ojos de antes? Feng Yu confiaba en que
no se equivocaba al evaluar a Jichuan, pues sus cuarenta y tantos
años de experiencia en la vida no podían fallarle ahora. Pero sin
saber que hacer, tan solo podía esperar a ver cómo se desarrollaban
los hechos.
Después de esperar
en la misma posición casi media hora, Dongjun se impacientó. No
habían faisanes, ni mucho menos presas más grandes como corzos,
linces o zorros. Se estaba preguntando si hoy se iría a casa con las
manos vacías.
Habían caminado más
de una hora para llegar hasta aquí y tardarán otra más en volver.
Además, llevaban una hora esperando con éste frío que hacía helar
hasta los huesos.
Dongjun se sonó la
nariz. Debería haber seguido la sugerencia de Feng Yu y haberse
quedado en su cálida casa jugando al póquer. Sería mucho más
cómodo en comparación a esto.
¡¡Bang!!
Se oyó un disparo
en la distancia. Dongjun se enderezó al instante y miró hacia la
dirección del disparo. Liu Jichuan le había disparado a un lince.
Dongjun se levantó
con entusiasmo de su sitio y corrió hacia Liu Jichuan, habiendo
olvidado completamente que se suponía que no debía correr.
Pero Liu Jichuan de
repente salió corriendo del bosque, cruzando las manos para señalar
a Dongjun. Dongjun pensó que Liu Jichuan lo estaba celebrando y
corrió aún más rápido hacia él. Sin embargo, Feng Yu pudo notar
que Liu Jichuan estaba tratando de decir a Dongjun que no se
acercara.
Feng Yu agarró a
Dongjun: “¡Dongjun, no vayas allí, hay trampas en este bosque!”
Dongjun respondió
con su infantil despreocupación habitual:”¿Qué hay que temer?
¿Ves estas huellas? Mientras siga estas huellas no entraré en
ninguna trampa. Ese lince podría estar vivo, todavía tengo que ver
a un lince en directo.
Feng Yu quería
decir algo, pero de repente notó que Liu Jichuan corría hacia ellos
y gritaba: “¡¡Deprisa, corred!! ¡¡Seguid las huellas!!"
No muy lejos, una
enorme sombra emergió del bosque. ¡Un oso!
Dongjun: “¡¡Hermano
Chuan, esquiva!!” Dongjun apuntó su arma hacia la bestia. ¡No
había disparado a ningún oso en su vida todavía!
Feng Yu no sabía
qué decir. Dongjun era demasiado valiente o demasiado estúpido. A
menos que ese gran oso haya recibido disparos en sus áreas vitales,
como los ojos, no se puede matar fácilmente. ¡Con su piel gruesa,
ni siquiera diez disparos puedes ser capaces de matarlo!
Liu Jichuan se
apresuró a tumbarse en la nieve al mismo tiempo que Dongjun disparó.
Falló. ¡En lugar de herir al oso, el disparo hizo que éste se
enfadara aún más!
Feng Yu: “¡¡Deja
de apuntar y corre!! - Dijo mientras tiraba de Dongjun. - ¡Con tus
habilidades de tiro, cuando alcances al oso éste ya estará justo en
frente de tu cara!
Los tres, pues,
corrieron como locos. Pero debido a la nieve no podían huir
rápidamente. Sus pies se hundían en la nieve y obstaculizaban sus
pasos. Además, todavía estaban aferrándose a sus pesadas armas.
Liu Jichuan, al ver
hacia donde se dirigían Feng Yu y Dongjun, gritó: “¡No corras
hacía allí! ¡Hay trampas!"
Feng Yu agarró a
Dongjun y cambió de dirección al instante. Sin embargo, no había
forma de que estos tres superaran en velocidad a un oso en este
espesa nieve. Ésta era su casa. La distancia entre ellos y el oso se
reducía constantemente. Liu Jichuan estaba a solo treinta metros del
oso.
Viéndo ésto, Feng
Yu apretó los dientes y tomó una difícil decisión: “¡Hermano
Chuan, lleva al oso aquí!” Feng Yu tiró de Dongjun hacia el área
de trampas. Si el oso no fuese atrapado por las trampas, entonces al
menos uno de los tres moriría aquí. La persona a la que era más
probable que atrapase era a Liu Jichuan.
En esta coyuntura,
Liu Jichuan no tenía otra opción. Ni siquiera tuvo tiempo de cargar
su arma; corrió apresuradamente hacia nosotros. Si, por desgracia,
hubiera pisado alguna trampa, definitivamente estaría muerto.
¿Cómo estaba
ocurriendo ésto? ¿No deberían los osos estar hibernando en esta
época del año? ¿Por qué estaba corriendo este oso ahora? Si el
oso estuviera tan solo pasando por aquí, no debería de perseguirnos
si nos escondiéramos. Este oso debía estar verdaderamente
hambriento, tanto que interrumpió su hibernación para buscar
comida. Para añadir carne al asador, el oso estaba agitado por los
disparos. Cuando uno se enfrenta a un oso enfurecido, incluso el
cazador más experimentado con un grupo de perros de caza tendría
que correr.
Feng Yu y Dongjun
cargaron rápidamente sus armas y observaron a Liu Jichuan correr
hacia ellos con el oso siguiéndolo de cerca.
Liu Jichuan oró a
mil y un dioses para no pisar ninguna trampa mientras corría. Con la
densa nieve, no podía ver claramente si había alguna trampa en el
suelo o no.
¡Clank!
Algo se rompió.
Una trampa se
disparó. Liu Jichuan cayó al suelo. Pero afortunadamente, tan solo
era una pequeña trampa para animales. Jichuan se sentó en el suelo
y trató de liberar su pierna de la trampa con ambas manos. Pero el
oso cada vez se acercaba más y más. Solo habían diez metros de
distancia entre él y el oso.
¡¡Bang!!
Disparé. El oso
tuvo que dar un paso atrás, mientras la sangre comenzaba a bajar por
su oreja.
¡¡¡ROOOAAR!!!
¡Ahora el oso se
había vuelto aún más agresivo!
Con sus manos
temblando, Feng Yu sostuvo su arma. Hasta ahora, agregando su vida
pasada, tan solo le había disparado a pequeños pájaros.
¡¡Bang!!
Un disparo más fue
disparado. Un poco de sangre apareció en la boca del oso. Wen
Dongjun también había golpeado al oso.
Pero el oso aún no
había caído. En cambio, el oso volvió a iniciar su carrera y
corrió hacia Liu Jichuan, que todavía estaba en el suelo tratando
de liberarse de la trampa.
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