Capítulo 2: La tragedia que no debe volver a ocurrir.
Feng Yu se despertó
por la mañana y encontró, escondido debajo de si almohada un total
de 10 yuanes. En esta era, una paleta de dulce tan solo costaba dos
centavos de yuan, y un helado tres. ¡Ésta era una gran suma de dinero!
Feng Yu deseó a sus
padres un feliz año nuevo y comió felizmente su desayuno. Luego
hizo una llamada a su amigo Wen Dongjun y, al comprobar que estaba
correctamente y de paso felicitarlo por el año nuevo, decidió hacer
su primera visita de año nuevo.
...
Wen Dongjun,
sujetando con la mano unos fuegos artificiales, caminaba en frente
mía alegremente. De vez en cuando, encendía un petardo y lo tiraba.
Feng Yu no estaba para nada interesado en lo que hacía. Sentía que
era demasiado infantil.
Feng Yu: “Dongjun,
ya hemos paseado bastante por el pueblo. Hemos visto casi la mitad
del pueblo y el resto es más o menos lo mismo. Volvamos a jugar al
póquer con el hermano Liang.”
Aunque el pueblo era
pequeño y tenía menos de cien hogares, Feng Yu no podía soportar
caminar durante este frío invierno. Especialmente cuando llevaba tan
solo una pesada chaqueta y pantalones de algodón acolchados. Aunque
para aquél tiempo era lo normal, no era para nada suficiente para el
Feng Yu actual. Echaba de menos la ropa interior térmica y su
chaqueta de plumas de su vida anterior.
Wen Dongjun: “Está
bien, vamos con el hermano Liang.” - Accedió sin pensárselo
mucho.
???: “Dongjun,
Pequeño Yu, ¿a dónde fuisteis? Un chico de 17 años vino a
saludarlos. Los ojos de Feng Yu se estrecharon. Había evitado
deliberadamente esta casa, pero el pueblo era demasiado pequeño.
Antes de que pudiese
decir nada, Dongjun se adelantó.
Wen Dongjun:
“Hermano Chuan, estamos buscando al hermano Liang para jugar al
póquer, ¿Quieres unirte?” - Ofreció inocentemente.
Liu Jichuan: “El
póquer se puede jugar en cualquier momento, esta tarde voy a cazar.
¿Quieres unirte?” - Acabo por sugerir.
Al escuchar la
palabra caza, los ojos de Dongjun se iluminaron. Por lo general, su
padre no le permitía ni tocar el arma que tenían en casa. Pero
ahora era el Año Nuevo Lunar y su padre no estaba en casa. Podía
simplemente “tomarla prestada”, ¿no? Nadie se iba a enterar.
Wen Dongjun:
“¡Quiero ir!”
Feng Yu: “¡No!”
Tanto Dongjun como
Feng Yu gritaron al mismo tiempo. Feng Yu no podía dejar ir a
Dongjun. Él lo recordaba perfectamente. ¡Durante la caza Dongjun se
romperá una pierna y se arrepentirá por siempre! En su vida
anterior, la razón por la que dongjun acabó perdiendo el contacto
con él fue debido a este incidente.
Liu Jichuan:
“Pequeño Yu, ¿no quieres ir? Pues Dongjun, ve a por tu
escopeta y dirígete a mi casa por la tarde. Iremos a la la zanja
para patos del lado norte. Incluso si no podemos cazar zorros, al
menos podremos encontrar faisanes y patos. Yo volveré primero para
limpiar mi escopeta. Ven justo al atardecer. Cuanto más temprano,
mejor.”
Cuando Liu Jichuan
se dio la vuelta, Feng Yu lo pudo ver. Había un rastro de
resentimiento en los ojos de Jichuan. En ése momento se dio cuenta.
El incidente no había sido un accidente, sino que fue premeditado.
Después de que Liu
Jichuan se fuera, Dongjun miró ansiosamente a Feng Yu.
Dongjun: “Vamos de
caza juntos, Pequeño Yu. ¿No estabas siempre como loco por poder tocar la
escopeta?”
Feng Yu: “Dongjun,
escúchame. Nos vamos a jugar al póquer. Cazar durante Año Nuevo
traerá mala suerte.” - Inventé, tratando de convencerlo. Pero él
seguía insistiendo.
Dongjun: “Hoy hay
menos personas que en otros días. Si hubiese sido antes de Año
Nuevo habría mucha más gente y no nos quedaría nada para cazar.
Venga, vamos juntos. Será divertido.” - Insistió animadamente.
Dongjun ya se veía mostrándole orgullosamente a su padre los
numerosos trofeos de caza que iba a conseguir.
Feng Yu: “Realmente
no quiero ir y tú tampoco deberías. Por lo general tu no te juntas
casi nunca con él, y no es como si fuésemos tan cercanos a él
tampoco.”
Dongjun: “¿De qué
estás hablando? Vivimos en el mismo pueblo. Y aunque no somos muy
familiares con él, tampoco somos extraños. Además, mi padre es el
líder de la aldea y su familia todavía necesita buscar la
aprobación de papá si quiere pedir prestado el tractor de la aldea
para desarrollar tierras baldías.”
Ahora Feng Yu
entendía por qué Liu Jichuan tenía tal resentimiento hacia
Dongjun. Era porque el padre de Dongjun, el líder de la aldea, Wen
Deguang, no estuvo de acuerdo en prestar el tractor de la aldea a la
familia de Liu Jichuan.
Con ésta nueva
información y viendo como ésta conversación no iría a ningún
lado, Feng Yu decidió cambiar de estrategia.
Feng Yu: “Dongjun,
está bién. En lugar de jugar al póquer vayamos a tu casa. Lo
cierto es que estoy sediento, bebamos el delicioso té de tu padre.”
Dongjun: “No hay
problema, también almorzaremos en mi casa. ¡Ya sé! Te mostraré la
escopeta de mi papá.” - Accedió con una gran sonrisa finalmente
el inocentón Dongjun.
Por el camino, Wen
Dongjun hablaba sin parar, pero Feng Yu realmente no le estaba
prestando atención. En su cabeza, estaba pensando en qué decirle al
padre de Dongjun, el tío Wen.
Al abrir la puerta
de la casa de Dongjun, una ráfaga de aire cálido le dio la
bienvenida. Ambos tiraron sus sombreros y guantes de piel sobre la
mesa. Dongjun se fue corriendo inmediatamente a buscar las hojas de té
de su padre.
La madre de Dongjun,
Tang Jing, estaba en casa. Al ver que Feng Yu venía de visita,
felizmente le ofreció unas golosinas de Año Nuevo.
Tang Jing: “Pequeño
Yu, ten algunos dulces. También hay piñones y semillas de melón.”
Recibiendo con
gratitud los dulces, Feng Yu aprovechó para hablar con Tang Jing:
“Feliz año nuevo tía. ¿Dónde está el tío Wen?”
Tang Jing: “Ah,
fue a visitar al secretario Zhao y volverá dentro de poco.”
Feng Yu se sentó en
la silla y preguntó casualmente: “Tía, acabamos de conocer a Liu
Jichuan. A su familia le gustaría pedir prestado un tractor de la
empresa para ir a tierras baldías fuera de la presa. ¿Tío Wen
estuvo de acuerdo con eso?”
Tang Jing sonrió y
negó con la cabeza: “Por supuesto que no. Aunque el pueblo no
regula el desarrollo de tierras privadas, el tractor del pueblo no es
para uso personal. Esta mañana, el viejo Liu vino y tuvo una
discusión con tu tío Wen.”
El corazón de Feng
Yu se hundió. Estaba en lo correcto. Esta fue la razón por la que
Liu Jichuan quería llevar a Dongjun a cazar. Luego, deliberadamente,
haría que Dongjun se metiera en una trampa para osos, causando que
quedara lisiado. Para otros, podría perfectamente parecer un
accidente tonto. Incluso el mismo Dongjun también pensó que fue un
accidente. ¿Pero fue realmente un accidente?
Finalmente Dongjun
llegó con las hojas de té.
Dongjun: “Ven,
prueba este té negro. Mira qué hermoso color rojo.” - Dijo
orgullosamente, mientras le servía una taza de té negro a Feng Yu.
Tang Jing solo sonrió u no dijo nada.
Dongjun: “Mamá,
ve a la casa de la tía Wang y charla con ella. Déjame la casa a mi.
Van a venir amigos a jugar al póquer.” - Dijo en voz alta.
Tang Jing: “Bien,
iré a visitar la casa de la tía Wang. Hay bolas de masa en la olla,
servíos vosotros mismos.”
Después de despedir
a su madre, Dongjun rápidamente miró debajo de la cama de su padre
y sacó una caja de madera. Dentro había una escopeta y una docena
de cartuchos.
Feng Yu: “Dongjun,
no vayas. ¿No oíste lo que acaba de decir tía? El padre de Liu
Jichuan se ha peleado con el tío Wen. ¡Me temo que Jichuan no
está tramando nada bueno!” Feng yu agarró la mano de Dongjun para
detenerlo. No quería que la tragedia pasada se repitiera.
Dongjun: “Muchas
personas se han peleado con mi padre antes. La última vez, el abuelo
Lee usó sus muletas para golpear a mi padre debido a algunas
discusiones sobre las semillas. Pero, ¿qué pasó después? Durante
la cosecha, mi padre envió a la gente a cosechar primero las tierras
del abuelo Lee y él se calmó.” - Respondió con indiferencia,
apartando la mano de Feng Yu. En seguida sacó la escopeta y se
guardó seis cartuchos en los bolsillos.
Feng Yu: “Dongjun,
escúchame. No vayas. Todo lo que hizo Liu Jichuan cuando fue a la
escuela fue pelear. Me temo que tendrá malas intenciones contigo
esta vez.” - Traté de convencer, haciendo un último esfuerzo.
Dongjun: “No le
tengo miedo. ¿Ves lo que hay en mi mano? A ver si se atreve a
ponerse chulo conmigo. ¡Mi arma no es para mostrar!”
Feng Yu estaba sin
palabras. Dongjun todavía insistía en ir. No le tenía miedo a Liu
Jichuan porque, aunque ese tipo se pelea con frecuencia, nunca usa
armas. En contra de golpes de puño, con su arma, Dongjun no le tenía
miedo.
Mirando el reloj en
la pared, Dongjun se puso de pie: “Está bien, ya es hora. Ve
adelantándote hacia casa. Voy a buscar a Liu Jichuan.”
Feng Yu se puso a
recordar. En su vida pasada, Liu Jichuan realmente no usó ningún
arma hasta que se convirtió en soldado y abandonó el pueblo. Si él
también iba con ellos, debería poder ayudar a Dongjun a escapar de
la trampa del oso.
Feng Yu: “Espera
un momento, Dongjun. ¡Iré contigo!" - Dijo con firmeza, finalmente.
Dongjun estaba
extático: “¿De verdad? ¡Sabía que querías ir! Date prisa y ve
a robar la escopeta de tu casa. Recuerda envolverla con un saco y
decirle a tu madre que te vas a jugar por ahí.” Dongjun miró
a Feng Yu con entusiasmo, dándole una mirada de “Lo sabía”.
Feng Yu suspiró.
Sin más remedio, se despidió de Dongjun y corrió apresuradamente a
casa. Espero que solo haya sido una accidente. Esta vez, no debe de
ocurrir absolutamente nada malo.
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