Capítulo 1: Renacimiento en 1988
???: Pequeño Yu,
levántate ya. Pronto serán las 12 de la mañana. Levántate a
almorzar.
Feng Yu sintió que
esta voz le parecía desconocida, pero aún así, se sentía muy
cariñosa. Feng Yu murmuró una respuesta mientras iba quitándose el
adormecimiento, y abrió los ojos. Delante de él vio un rostro joven
que solo existía en su memoria.
Feng Yu: “¿Hermana?”
Feng Danying: “Por
fin te has levantado. Date prisa y lávate la cara. Te dije que no
bebieras, pero aún así insististe. Mira como estás ahora. Te
perdiste el espectáculo nocturno del Festival de Primavera.” -
Dijo Feng Danying negando con la cabeza con una sonrisa.
[ ¿Noche de
Festival de Primavera? ¿Hoy? Espera… ¡¿hoy es la víspera del
año nuevo lunar?! ]
Feng Yu, sintiéndose
confundido, miró a su alrededor. Estaba en una habitación bastante
vieja, de unos seis metros cuadrados. Con una cama individual con la
ropa de cama llena de parches y una mesa de madera vieja. En el techo
había una bombilla incandescente de 20 vatios que emitía una luz
tenue. Periódicos viejos cubrían las paredes, todos los cuales eran
eventos nacionales que él podía recordar.
[ ¿No es esta…
la vieja granja de mi infancia? Pero si esta casa ya se demolió hace
ya mucho tiempo por el desarrollo de las ciudades. ¿Y cómo se hizo
mi hermana tan joven? ]
Feng Yu, levantó su
mano, solo para descubrir que esto definitivamente no era un sueño.
Sus manos se habían vuelto más pequeñas y sus brazos más
delgados. Lo podía ver con una claridad total, como la de la vida
misma.
Saltó
apresuradamente de la cama y se paró junto al marco de la puerta. El
marco de la puerta tenía marcas de cuchillos que registraban su
altura; era lo que hacía todos los años en la víspera del Año
Nuevo Lunar. La marca más alta indicaba… 166 cm, 1988.
¡¿Esto es…
1988?! ¡Aún no se había graduado de la secundaria!
Acto seguido se
pellizcó tan fuerte que casi gritó debido al dolor. [ Esto… no es
un sueño. ]
Feng Yu abrió la
puerta de su habitación y un apetitoso olor le invadió. Su madre
estaba cocinando albóndigas en la sartén de la cocina. Vivían en
una casita; la cocina estaba justo afuera de su habitación. Justo al
lado de la cocina estaba la sala de estar.
Zhang Muhua: “¿Aún
estás con la resaca? Aún y así te atreverás a beber en el
futuro.” - Negó con la cabeza, antes de mirar a su hijo con
afecto.
Feng Yu miró
fijamente a su madre de cabello oscuro. No pudo evitar que se los
ojos se le pusiesen vidriosos.
Feng Yu: “Mamá,
has trabajado duro.”
Zhang Muhua: “De
qué estas hablando." - Negó la cabeza exasperada. - “Date prisa,
lávate la cara y ponte a ver la televisión. Las albóndigas estarán
listas pronto.” - Zhang Muhua dijo ésto mostrándose
despreocupada, pero se sentía muy satisfecha con las palabras de su
hijo. Su hijo había crecido.
Cuando Feng Yu vio a
su padre sentado en el sofá de la sala, sus labios temblaron. En el
futuro, su padre fue detectado con cáncer cerebral en etapa terminal
y falleció a los tres meses.
Debido a la muerte
de su padre, Feng Yu estuvo afectado por muchos años.
Feng Yu: “Papá.”
Feng Xingtai se
volvió y miró a su hijo: “Oh, ya te levantaste. ¿Todavía te
sientes mareado? Ven a ver la tele, están presentando la danza
folclórica tradicional.”
Feng Yu: “Ya no
estoy mareado. El zumbido del alcohol ya se me ha pasado. Papá,
quiero beber contigo más tarde.” Al ver la expresión de enojo de
su padre, Feng Yu explicó rápidamente: “La cerveza servirá.”
En toda la vida de
Feng Yu, tan solo había bebido con su padre unas pocas veces. Ahora,
lo que más deseaba Feng Yu era volver a beber con su padre.
Feng Xingtai:
“¿Todavía no has aprendido la lección? Está bien, luego
beberemos más. ¡Veremos si puedes levantarte mañana para las
visitas del día de Año Nuevo! Danying, ve a por dos botellas de
cerveza.
Feng Danying sacudió
la cabeza sin poder hacer nada y fue a buscar la cerveza y los vasos.
En la sala de estar
había una cama individual con ropa de cama. Feng Danying asistía a
un internado y solo regresó con nosotros durante las vacaciones.
Cuando volvía dormían ella y su madre en la misma cama; esta cama
era para Feng Xingtai. Pero desde hacía tres años, pertenecía a
Feng Yu.
En la pared oeste de
la sala de estar había un armario vertical de tres puertas. Sobre el
armario habían dos maletas. En la esquina de la habitación, sobre
una mesa de madera maciza, había un televisor de 14 pulgadas en
blanco y negro; mostraba el programa de televisión del Festival de
Primavera.
En medio de la sala
de estar había una mesa redonda llena de platos y vajilla. Un total
de ocho platos. Eran los restos de la cena. Había pollo, pescado,
manitas de cerdo, entre otros. Todo los platos eran de carne.
Feng Yu, en lugar de
quedarse a ver la televisión, se dirigió frente al armario y se
miró al espejo. Aunque la iluminación no era muy buena, Feng Yu
pudo verse a sí mismo claramente. Ahora era un adolescente con un
pequeño golpe bajo su nariz.
Miró el calendario
colocado en la pared de la puerta. Marcaba el 16 de Febrero de 1988,
la víspera de Año Nuevo.
¡Feng Yu realmente
había vuelto al pasado!
Mamá rápidamente
acabó de preparar las albóndigas. Feng Yu y Feng Daiying fueron
para la cocina a por las suyas. Después de que todos se sentaron
Feng Xingtai agarró finalmente los palillos para empezar a comer.
Zhang Muhua:
“¡¿Pequeño Yu, vas a beber otra vez?!" - Dijo mirando a Feng Yu.
Feng Yu: “Mamá,
es año nuevo, déjame beber un poco más.”
Feng Xingtai también
puso algunas palabras para él. Zhang Muhua no pudo sino resignarse.
Feng Yu diligentemente sirvió cerveza para su madre y su hermana.
Una familia debe tomar una copa juntos.
Feng Yu: “Papá,
mamá, hermana, feliz Año Nuevo. ¡Salud!"
Feng Yu comenzó a
comerse las sobras de la mesa casualmente, que él sentía muy
deliciosas. En ésta época aún no existían las hormonas de
crecimiento para los animales; todos los peces y conejos han sido
capturados de la naturaleza. Los pollos y los cerdos también fueron
criados solos. Padre e hijo comieron estos platos junto a las
albóndigas. Eso si, Feng Xingtai solo permitió que cada uno se
bebiese una única cerveza.
…
Después de cenar,
Feng Yu se lavó y volvió a su habitación para recostarse.
Recostado en la cama, empezó dar vueltas sobre su vida.
Feng Yu Ben era un
hombre de mediana edad de unos cuarenta años. Después de renunciar
de su compañía de valores, hizo algunas inversiones e invirtió en
acciones sobre el oro, petróleo, entre otros. Aunque no tuvo
demasiado éxito, sus ingresos no eran malos.
Tenía esposa pero
no tenía hijos. Como su padre había fallecido, su madre vivía con
él.
Recordó con
claridad un evento que ocurrió en primavera de 2015. Para llevar a
su esposa al extranjero para tratar su infertilidad, necesitaba
desesperadamente algo de dinero.
Utilizó todos sus
ahorros, hipotecó la casa y su coche y pidió prestaba una suma
considerable de dinero. Todo ésto para invertir en el mercado de
valores. Según su análisis, era un mercado en alza, incluso un
tonto podría ganar dinero.
Al principio el
mercado era excelente: su inversión se duplicó en un corto periodo
de tiempo. Pero él quería más ganancias. Audazmente, utilizó un
alto apalancamiento con una compañía de inversión. Si sus
inversiones volvieran a aumentar, no tendría que hacer nada por el
resto de su vida y aún así vivir cómodamente.
Cuando el índice de
acciones subió a los 5000 puntos, la codicia se apoderó de él.
Pensó que el mercado de valores continuaría subiendo. El mercado de
valores sí que subió ligeramente, sin embargo, el mercado pronto se
hundió. Debido a que utilizó un alto apalancamiento y no tenía
fondos iniciales sufrió una pérdida significativa. Después de
pagar el dinero prestado, era tan pobre como una rata. Su esposa aún
no sabía que la casa y el coche habían sido hipotecados. Feng Yu no
sabía como enfrentar a su familia cuando volviese a casa.
Se quedó en
bancarrota. Ese mismo día, después de beber demasiado,
“accidentalmente” se cayó a la carretera frente a muchas
personas y fue atropellado por un gran camión.
De esta manera no
podría ser considerado como suicidio. La póliza de seguro de
accidentes que compró pagaría millones. Debería ser más que
suficiente para redimir la casa y el coche, e incluso le dejaría una
gran suma de dinero para su madre y su esposa.
Recordó justo el
momento en el que iba a ser atropellado por el camión. En ese
momento pensó: “Si dios podía darme la oportunidad de volver
atrás, definitivamente no llegaría a lo mismo. ¡Su familia viviría
una vida cómoda!”
¡Pero no esperaba
que Dios realmente accediera!
Ya que Dios lo había
dejado volver, ésta vez no volverá a cometer sus errores del
pasado. Ni uno solo. Ésta vez se haría rico, ¡se convertiría en
una leyenda en el mundo de las inversiones!
Pensando en todo
esto, Feng Yu no pudo evitar gritar: “¡Yo, Feng Yu, regresé!”
Zhang Muhua:
“¡Pequeño Yu, deja de gritar y vete rápidamente a la cama!” -
Gritó su madre desde el otro lado de la pared. Al mismo tiempo se
quejó de su marido: “Cómo pudiste dejar que el niño volviese a
beber por la noche?”
Al oír a su madre
quejarse, Feng Yu sonrió, se dio la vuelta y se acostó a dormir.
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