El deseo de Lady Sophia – Tercera parte
"Sabes, Cyril, estoy increíblemente enfadada ahora mismo. ¿Lo entiendes? Lo sabes, ¿no? No estás tratando de decir que no lo sabes, ¿verdad?"
"Quiero decir... que lo entiendo."
Era obvio por el kabedon (Acorralar a alguien dando un golpe en la pared. kabe: pared don: onomatopeya de golpe), pero sus ojos parecían claramente vidriosos. Esta era "Alicia la oscura", o quizás "Alicia después de caer en la oscuridad."
Así la llamaban en el Espressivo de Luz y Oscuridad, y era un personaje al que no había que enfadar. Esta era la razón por la que competía por el primer puesto con Lady Sophia.
Sin embargo, Alicia sólo se ponía así cuando estaba sinceramente preocupada por alguien. No se ponía así de enfadada ni siquiera cuando era acosada por Lady Sophia cuando ya había caído en la oscuridad. Por lo tanto, por muy enfadada que se pusiera, no había necesidad de que tuviera miedo-.
"Cyril, ¿estás escuchando?"
"Mis disculpas."
Ella me miraba a la cara desde su nivel inferior de ojos, todavía en la posición de kabedon. Hablando de eso, este comportamiento era impropio de una joven dama. ¿No iba Melissa a detenerla...?
...No, Melissa estaba mirando al espacio vacío mientras sonreía como si no viera nada.
"¿Por qué no rescatas a Lady Sophia, Cyril?"
"También se lo dije a su alteza, el príncipe Alforth, pero si quieres evitar que ocurra, ¿no deberías hacer algo tú misma, Lady Alicia?"
Le di una respuesta poco amable que básicamente significaba "No lo dejes en manos de otras personas". Sin embargo, Alicia no perdió la compostura y puso un poco de distancia entre nosotros, liberándome del kabedon. Luego sonrió.
"Eres como un príncipe para mí, Cyril."
"...Pero soy un simple mayordomo."
"Aunque eso sea cierto, no cambia el hecho de que te veo como un príncipe. Pero eso es porque eres amable con todos, Cyril. Sé que no soy tu princesa."
Alicia esbozaba una sonrisa incolora. No es que no sintiera nada, sino que reprimía sus emociones. Estaba preocupada por Lady Sophia, aunque eso significara que tenía que enterrar sus propios sentimientos. Me sentí culpable por haberle hecho decir esas cosas, y eso hizo que mi pecho se apretara dolorosamente.
"¿Por qué no rescatas a Lady Sophia, Cyril? Por casualidad, no querrás decir que no deseas detener el matrimonio político de Lady Sophia, ¿verdad?"
Los ojos de Alicia decían: "¿No es tu princesa?"
Además, no era que Alicia no hubiera hecho nada por sí misma. Pensó que, para salvar a su amiga, la mejor opción era obligarme a hacer algo. No podía decir que esta conclusión me sobrevalorara. Ciertamente, si hacía todo lo necesario, me sería posible impedir el matrimonio político de Lady Sophia.
...Alicia se había hecho realmente más fuerte. Estaba en su primer año de secundaria, así que, técnicamente, la historia original del juego ni siquiera había empezado. Y sin embargo, la Alicia actual era tan madura como la versión de sí misma que existía hacia el final de la historia original.
Sin embargo-
"Estás malinterpretando una cosa, Lady Alicia."
"… ¿Estoy malinterpretando algo?"
"Al final, no soy más que un simple mayordomo. Por lo tanto, lo que yo quiera es irrelevante. Lo más importante es lo que quiere Lady Sophia."
"… ¿Lo que ella... quiere? Ni siquiera necesito pensar en eso. Es imposible que la señorita Sophia quiera un matrimonio político."
"Sí. Pero, ¿es eso todo?"
Lady Sophia no quería un matrimonio político. Esto era obvio incluso sin que nadie me lo dijera. Pero al mismo tiempo, Lady Sophia también tenía en cuenta los intereses del país. Romper un matrimonio político por cualquier medio no satisfaría sus deseos.
"Cyril, ¿acaso estás insinuando que..."
"Quiero decir que soy su mayordomo exclusivo."
Sonreí, pensando que lo más probable es que no tenga que decir nada más a Alicia. Justo después, llamaron a la puerta del salón. La que llamaba era la sirvienta de la princesa imperial Charlotte y, al parecer, la princesa imperial me llamaba.
"Voy enseguida", respondí. "Me excusaré entonces, ya que Su Alteza me llama."
Giré sobre mis talones e intenté salir, pero Alicia me agarró de la manga y me detuvo.
"… ¿Lady Alicia? Tengo que irme."
"Sólo una cosa más... Bueno, he dicho algunas cosas innecesarias."
"No te preocupes por eso."
"Pero... ugh."
Intentó juntar las palabras, su expresión parecía aún más atormentada ahora. Apreté mi dedo índice contra sus labios, cerrándolos.
"Sé que simplemente estaba preocupada, Lady Alicia."
Así que no hay necesidad de disculparse.
Me reí. En todo caso, agradecí que se preocupara por mí.
***
Después de que Cyril saliera del salón, Alicia, la dueña de Melissa, miraba aturdida la puerta por la que había salido. Además, su elegante dedo estaba colocado sobre sus propios labios, justo en el lugar donde Cyril acababa de tocarlos. Esta era claramente la cara de una joven enamorada y Melissa se enfadó con Cyril, que había provocado que Alicia tuviera esa expresión.
"Lady Alicia, ¿qué ves en él? ¿No es sólo un complaciente de la gente? Está jugando con tu corazón de doncella aunque no piense en ti así... Es imperdonable", escupió Melissa con palabras llenas de algo parecido al resentimiento. Sin embargo, una compañera suya, otra doncella, le tiró de la manga justo después de que terminara de hablar. Melissa se mordió los labios.
"...Me disculpo, Lady Alicia."
Por muy frívolo que fuera Cyril, no cabía duda de que Lady Alicia estaba encantada con él.
'Aunque él no piense así de ti'.
Fue demasiado lejos al decir eso y se arrepintió, pero, al mismo tiempo, creía que era una verdad que Lady Alicia debía aceptar.
Sin embargo-
"Está bien, Melissa. Ya oíste lo que le dije a Cyril antes, ¿verdad? Hace tiempo que me di cuenta de que él no piensa en mí de esa manera."
"Pero..."
Había veces que la amabilidad se convertía en un castigo. Tratar a alguien con ternura sin sentir por él lo mismo acababa por perjudicarle. Si no entendía eso entonces era un tonto, pero, si actuaba como lo hacía aún siendo consciente de los sentimientos de Lady Alicia, entonces era lo peor.
"Melissa, es lo que yo quería."
Le recordó Alicia con estas palabras. Su Lady no se hacía ilusiones. A pesar de eso, no tenía intenciones de renunciar a sus sentimientos. El mayordomo había dejado de apartarla precisamente porque comprendía su determinación.
"Si no te importa que te hagan daño, haz lo que quieras."
"Entiendo que simpatice con tus sentimientos. Lo entiendo, pero..."
"Oh, ¿crees que pienso luchar en una batalla perdida, Melissa?"
"Ah, no, eso no es lo que intentaba insinuar, en lo más mínimo..."
Eso era una mentira. De hecho, sí lo pensaba.
Aunque, con respecto a su linaje, Lady Alicia sólo era la hija de un vizconde, era el tipo de persona que podía distinguir fácilmente las debilidades de los demás y simpatizar con ellos. Así que Melissa creía que era capaz incluso de convertirse en la reina de este país.
Sin embargo, la persona que le gustaba era terrible. Así lo veía Melissa.
Sin embargo, si Lady Alicia iba a intentar cumplir sus deseos, había un punto débil del que podía aprovecharse: que los dos no se comprometieran.
Por lo tanto, Melissa creía que, si Lady Alicia sólo se concentraba en su único objetivo de hacer suyo a Cyril utilizando cualquier medio necesario, entonces podría tener incluso una oportunidad de éxito.
Por lo tanto-
"Melissa, yo también volveré a la fiesta. Parece que Cyril va a dedicar su tiempo a la princesa imperial Charlotte durante un tiempo, así que tengo que ir a apoyar a Lady Sophia."
Melissa no podía entender la intención detrás de estas palabras que su maestro acababa de decir.
"...Lady Alicia, ¿será que su plan es rescatar aLady Sophia?"
"Por supuesto."
"Pero..."
"Para robar a Cyril, sería mejor que no obstaculizaras el matrimonio político de Lady Sophia". Era imposible que Melissa dijera esas palabras en voz alta.
Además, por encima de todo, era imposible que Lady Alicia no estuviera ya al tanto de esto.
"...Ya veo. Tendrá que recorrer el mismo camino que él entonces, ¿no es así, mi señora?"
¿Por qué Cyril se sometía al hecho de que su amo fuera buscado como sujeto de matrimonio político? Melissa sabía la respuesta por la conversación que acababa de mantener con Lady Alicia. Por lo tanto, pensó que su propio ama simpatizaba con él.
Sin embargo, si corres detrás de dos liebres, no atraparás a ninguna. Muy pocas personas eran capaces de perseguir las dos liebres y obtener ambas.
Estaba claro que Cyril era alguien que Lady Sophia necesitaba. También era obvio que Cyril apreciaba a Lady Sophia por encima de cualquier otra persona. Si no podía interponerse entre su vínculo, entonces el deseo de Lady Alicia no se cumpliría. Sin embargo, si lo hacía, la relación entre ambos se desmoronaría definitivamente.
Antes, Lady Alicia le había preguntado si creía que tenía intención de librar una batalla perdida y Melissa lo negó, diciendo que no pensaba nada de eso. Pero se equivocaba.
Su Señora no negaba estas palabras. Después de prepararse para la posibilidad de no conseguir ni siquiera una liebre, Lady Alicia estaba persiguiendo a las dos insustituibles liebres.
"...Qué personalidad tan problemática", suspiró Melissa, con un tono lleno de tristeza por el futuro de su noble ama.
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